Aprisiona,
y detienes el grito con los dientes,
con los labios,
con la piel.
porque es necesario,
porque el miedo puede más
y respiras,
miras el horizonte
cargado de luces que ahogan las lágrimas,
cargado de luces que permanecen
como jueces sarcásticos.
miras las sombras
y hay un futuro,
para cuidar,
para acoger ,
para trascender.
Entonces
tus mejillas marcadas por los dolores evaporados
reciben una caricia,
un beso,
que calma
que cobija
y ries.